Soy chiquitita como una hormiguita
vivo en un mundo de gigantes,
me escurro entre tus pies para que no me aplasten
y voy en silencio
robándote sonrisas para guardarlas dentro de mi pecho
y pisando suave para que no me escuches.
Voy despacito
y talvez con los pies sangrantes pero camino
pues las heridas tarde o temprano se secan en el camino
y aunque voy sin rumbo, empiezo a correr
y corro y corro una y otra vez
para no escuchar, corro
para no sentir, corro
para no verte cuando cierro mis ojos, corro
y grito tan fuerte que me retumban los oídos
y me convierto en un ser comprimido
como nunca antes lo había sido
duermo entre dos manos
que exprimen todo lo sano de mi.
Grito hasta que me vibren los dientes
y a este punto no sé si por tener ganas o no tener ganas de verte
o por las ganas de morderte aunque sea un poquito
y así te sueño despacito
y sin compasión
te sueño girando, alrededor de mi cama
con mi ilusión extasiada de tanto anhelo
mientras mis manos acarician tu pelo
que se deshace en el viento
y se vuelve a hacer en mis manos
esto de amar no es de humanos
ni lo de vivir acostado,
en el lado oscuro
del sol.