La segunda leccion de Lena.

-Con el oro solo compras más madera y sal
pero tienes aquello que nadie te puede robar
tu imanación! con ella puedes comprar la luna y el sol
regresar a tu planeta cada vez que quieras y atrapar las estrellas
no quiero verte triste, pero nunca dejes de llorar
las lágrimas fortalecen al corazón y hacen camino a la verdad
veras el tiempo como se detiene ante tus ojos
veras las nubes hasta el punto de poderlas palpar con tus dedos
veras lo que nunca te atreviste a soñar
y al despertar te darás cuenta
que valió la pena imaginar.
el oro nunca comprará tus pensamientos Lena-
fueron mis palabras hacia ella
pero me di cuenta que Lena siempre quiso ir más allá
no era una niña como cualquier otra, no!
ni se les ocurra pensar!
no era el oro que le interesaba
era perderse con las trivialidades del mundo
para de una forma u otra poderse encontrar a si misma.
Lena me enseñó que para descubrir quienes somos
tenemos primero que saber quien nunca seremos.