Cierro mis ojos y me dejo caer
dejándome morir lentamente, dejándome perder
y si no soy impaciente muero por un momento reciclada en el universo
y me transformo en viento mientras respiro
soy un ave que vuela fuera del nido
y que solo vuela por el placer de volar,
por sentir la brisa profanando mis poros.
Vuelo al ras del mar, cortando las olas con mis alas
y transpiro sal, respiro azufre
mientras los rayos del sol me nutren
me transformo en verde
en arena y en mar
y en el naranja del cielo
y en el naranja del cielo
y en el agua de cristal.
Escucho la sonata que cantan al suicidarse las olas
Escucho la sonata que cantan al suicidarse las olas
y la sinfonía de las rocas cuando un rizo de espuma de mar las golpea
vivo cada poema que la madre naturaleza me recita boca a boca
y ya no soy la otra,
ni la que contamina
soy quien pare vida en este templo de paz.