jueves, 9 de febrero de 2012

Camisa de Fuerza para la mente.

Necesito una camisa de fuerza
para esta mente enferma
que me apriete los pensamientos
y nos los deje ser libres
pues en la libertad esta el peligro
y en este cerebro maquiavélico mío
yace mi propia perdición
escondida entre el deseo.

El aire huele a olvido
en este cuarto podrido
y a desesperación,
como un condenado a muerte
que cuenta los segundos
para su propio ejecución
así estoy yo,
colgada del tiempo
esperando a morir
con las lagrimas congeladas detrás de los ojos
y una sonrisa pintada de gris.
“Ohhh querida mente mía ya deja de fingir
que no eres buena
no me claves el cuchillo
en esta noche de vela
y mejor déjame sufrir
que cuando intentas consolarme
solo me empujas al abismo.

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